Orgullo y migración
- Gabriel Zaldívar
- 16 may
- 2 Min. de lectura
La referencia inmediata a la mención del concepto migrante mexicano dibuja a una persona de escasos recursos económicos y culturales que ha acudido a servicios legales o ilegales para cruzar, casi siempre la frontera norte, y encontrar la realización del sueño americano.
Esta visión es apoyada en su construcción por la realidad mediática y el discurso político y, en menor medida, por las acciones de organismos de la sociedad civil o de trabajo humanitario.
Las acciones y los discursos transversalizan la victimización de quienes abandonan su atmósfera de origen, sin reparar en la complejización del fenómeno migratorio en correspondencia directa al incremento de la complejidad del tejido social y sus problemas. Por ello es necesario un estudio sistemático de las migraciones por orientación sexual.
Conceptos utilizados por especialistas de la migración sirven para el estudio sistemático propuesto y tienen relación directa con, por ejemplo, la tipificación del tipo de migrante que podría ser la persona de la diversidad sexual: ¿desplazado?, ¿refugiado?, ¿asilado?, ¿migrante indocumentado?, ¿con o sin redes migratorias?, ¿cuál es su nivel de su capital social?, entre más. Deberá sumarse a la investigación el factor tiempo de duración del exilio, pero sus ejes centrales deberán ubicarse en el propósito y las circunstancias.

Migración por Orientación Sexual es esa “migración inter- o transnacional que es motivada, de forma total o parcial, por la sexualidad de los que emigran, incluyendo motivaciones conectadas con los deseos y placeres sexuales, relaciones amorosas con parejas extranjeras, la exploración de nuevas definiciones de la identidad sexual, la necesidad de poner distancias de experiencias de discriminación u opresión debidas a la diferencia sexual, o la búsqueda de mayor igualdad y de derechos sexuales” (Martin, 2007).
Por ser México un país que se reconoce mayormente conservador, tener una identidad sexo-genérica marginal es ser objeto de condena pública, objeto del discurso de los otros, o no ser lo que los otros deseaban que fuera. La migración permitirá encontrar el lugar cuya condición de minoría y la visibilidad que de esto deriva, le permita ser sujeto y trabajar por su deseo, su desarrollo, su mejor espacio y mejores condiciones.
La opción para Ser es abandonar la asfixiante pequeña esfera social hacia una cuya magnitud garantice el anonimato, una que tal vez no dé muestras de mayor tolerancia pero al menos una cuya magnitud espacial y poblacional asegure la indiferencia.
La sistematización del estudio de las migraciones por orientación sexual deberá pasar por el abandono del país de origen, pero también revisar los flujos migratorios internos, principalmente los destinados a las grandes ciudades de una nación, recuperando, a un mismo tiempo, el carácter economicista que les reconozca como una fuerza de trabajo, de consumo, que al dejar el país se llevan un capital intelectual y de desarrollo tan importante como el del resto de las personas que deciden cambiar su vida de territorio.
Aspectos para ser tomados en cuenta en la sistematización del estudio de las migraciones por orientación sexual pueden encontrarse en la percepción social, la segregación en la obtención de un empleo, entre otros.
Debe tejerse una red de documentación que nos permita a los interesados en el tema evaluar el estado de la cuestión desde el estudio para generar recomendaciones y mejoras en la práctica.
Comments