En este largo #QuédateEnCasa uno de los productos –aparentemente- más extrañados es la cerveza. La expresión en redes sociales (videos, memes, entre otras) y menciones en medios de comunicación digital y tradicional dejan testimonio de ello. Aparecieron también, para abonar a la añoranza, las y los cabecillas de la industria cervecera con mensajes pagados en noticieros prime time.
El enojo inicial de los industriales de la cerveza, particularmente los de la producción masiva, por no haber sido considerados como industria esencial activó una estrategia de comunicación orientada a voltear el enojo consumidor “chelero” hacia las autoridades.
Según una agencia internacional de investigación de mercados somos el sexto lugar mundial de consumo de cerveza, y el segundo en América Latina. En el 69% de los hogares mexicanos se consume cerveza, precisa el Consejo Nacional para Prevenir las Adicciones (CONADIC).
Así, propios y extraños construyeron el discurso de que la cerveza es esencial… ¡pero es mentira!, aunque si hablamos de relaciones de codependencia entonces sí es esencial. Quedan en el registro los videos de las largas filas, los mariachis para recibir a las cervezas y los que vendieron cervezas ilegalmente.
En México tenemos problemas con el consumo de alcohol y la cerveza es la bebida de mayor preferencia seguida de los destilados, el vino de mesa y las bebidas preparadas, según la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016 – 2017 de la Secretaría de Salud.
Lo cotidiano nos brinda un registro de la magnitud del problema: Estás en una reunión, dices que no bebes alcohol y la pregunta es ¿entonces cómo te diviertes? En un estadio de futbol ¿puede no haber cerveza? Una fiesta sin alcohol ¿es fiesta? Esas son algunas correlaciones nacionales.
Estas son otras: el consumo de alcohol “es causa directa de 60 enfermedades y factor de riesgo para otras 200, así como accidentes, lesiones y otras condiciones de salud, incluyendo violencia”, afirma la Secretaría de Salud. Según estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el consumo de alcohol está presente en las 5 principales causas de muerte en el grupo de 10 a 24 años de edad.
La enfermedad se llama alcoholismo aunque muchos se escondan en el mote de bebedores sociales, lo cierto es que el alcohol ocasiona el 9% de las muertes en el grupo de edad de 10 a 24 años, siendo responsable del 37.7% de las muertes por violencia, 14.8% de las muertes por accidentes de tránsito y 7.2% de las muertes por suicidio, nos refiere el estudio Carga Global de Enfermedad de la Universidad de Washington retomado por la Secretaría de Salud.
Ante la realidad que, como muchas otras, nadie quiere ver pues ¡tomemos otra cerveza! mientras confirmamos que en México dos de cada diez víctimas de delito identificaron a su agresor bajo los efectos del alcohol o drogas.
