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@GabrielZaldivar

Descanse en PES


El Partido Encuentro Social (PES) perdió su registro nacional y, aunque amenaza con una batalla legal para permanecer en el esquema de la partidocracia, se ve difícil su regreso a la palestra político-partidaria. Sorprende que luego de tantos años siga presente el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), franquicia de la familia González Torres, pero esa es otra historia.

Quienes están detrás del PES creyeron que la marea lopezobradorista sería suficiente para conseguir el 3% de los votos necesarios para mantener el registro y acceder a recursos públicos para su operación: no salió “la jugada”, pues la sociedad organizada difundió el mensaje Ni un voto al PES con los resultados que hoy conocemos. Aquí una muestra de lo que puede realizar una ciudadanía participativa.

Por lo demás, destaca que detrás de ese partido, según investigaciones periodísticas disponibles en medios, se esconde la mano de los cristianos evangélicos, un grupo religioso cuyas posturas se oponen radicalmente a los discursos de diversidad sexual, empoderamiento femenino, entre otros. Para dicha agrupación la familia debe ser nuclear tradicional, rechazan la sexualidad alternativa y el aborto.

Poco vale repetir lo que muchos escribimos sobre su alianza con Morena y el Partido del Trabajo (PT), alrededor de López Obrador: era una mala apuesta, pues sus ideas son más cercanas al conservadurismo panista que a las múltiples izquierdas y centro izquierdas aglutinadas en Morena.

Este grupo religioso cuenta entre sus adscritos de mayor visibilidad con personas con graves problemas emocionales, afectivos, conductuales y de personalidad, tales como cantantes, periodistas, diseñadores, políticos, profesores de universidades privadas, entre otros.

El mismo grupo religioso, según investigaciones realizadas a nivel nacional e internacional por medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil pro diversidad, está detrás de las Terapias de Conversión, esas donde pretenden cambiar la orientación sexual “desviada” con tratos inhumanos y violación a mujeres que se dicen lesbianas. Dichas terapias funcionan ilegalmente en México y ya se encuentra en el Poder Legislativo de nuestro país la iniciativa de ley para su prohibición.

Es lamentable la pérdida de un partido político en tanto necesario para ampliar el espectro partidista que garantice la representatividad ciudadana, pero es afortunada la pérdida de un partido cuyos intereses siempre carecieron de transparencia y, según parece, estaban orientados a la intromisión y aniquilamiento de las diversidades y libertades humanas.

En tanto, insistimos en el llamado a las autoridades del Gobierno Federal para investigar a fondo la operación financiera y social de un grupo religioso que ahora pretende saltar a la industria mediática para conseguir lo que no consiguió en la industria partidista.

Imagen de Jo-B en Pixabay

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