El concepto Humanidades viene del latín humanitas cuyo significado es humanidad. En la vida cotidiana utilizamos el término –en ocasiones- sin comprender la profundidad de su significado: “¡qué falta de humanidad!”, “¡qué inhumano!”
Involucrarse en el conocimiento de las experiencias humanas es tan relevante como saber de matemáticas o de ciencias naturales. Para comprender a los individuos y sus relaciones están las Ciencias Sociales y las Humanidades.
Su aportación al conocimiento radica en que al capacitarnos en estos temas facilitamos nuestro entendimiento de los otros y tal vez “la humanidad” podría relacionarse mejor.
Algunas de las competencias que desarrollan las humanidades son: pensamiento crítico, elaboración de discursos, capacidad de argumentación, comprensión de fenómenos sociales, entre más.
La educación actual, marcada por la fabricación en serie de individuos orientados a la producción de bienes, pasa por alto la relevancia de las Humanidades. Si bien cada nación tiene matices variopintos de esta indiferencia humanística, sobran centros educativos carentes de directrices claras hacia estos temas.
En la contradicción, los mercados laborales de la actualidad ponen el acento en el dominio o manejo de conocimientos técnicos pero cada día brindan mayor relevancia a liderazgos humanos que la industria educativa no desarrolla.
Para enriquecer lo humanístico de nuestro perfil profesional debemos allegarnos de cursos, talleres, seminarios, círculos de lectura o cine, que fomenten el enaltecimiento de esas características humanas y la comprensión de las de otras personas.