La intervención en lo económico y lo político por parte de los evangélicos a nivel nacional e internacional es un asunto en el que las autoridades democráticas, laicas y comprometidas con los derechos humanos, deben poner atención para detener los retrocesos a los que apuntan las intervenciones de estos grupos cuya presencia en México es, según el INEGI, de 8.3 millones de personas.
En días pasados Enrique Dussel, investigador nacional emérito, en entrevista para Aristegui (https://www.youtube.com/watch?v=g7-KHonjjFc) precisó el impacto que grupos fundamentalistas operados por evangélicos tienen sobre el discurso y las acciones de Donald Trump.
Dussel, con más de 50 libros publicados y cuatro doctorados Honoris Causa, sostuvo que el populismo de derecha que a través de los Republicanos se ejerce en los Estados Unidos está íntimamente relacionado con los evangélicos e hizo un llamado a su atención y seguimiento inmediato para evitar conflictos y sangre en otras partes del mundo.
Por su parte Steven Pinker (https://stevenpinker.com/), profesor de la Universidad de Harvard, muestra su preocupación por el mismo tema. Pinker, un personaje ajeno ideológica y culturalmente a Dussel, de otro tiempo e intereses reflexivos, escribe en los capítulos finales de su texto “En defensa de la ilustración”, que los grupos evangélicos son corresponsables del desastre estadounidense encabezado por Trump.
Sentencia Pinker que los evangélicos se oponen a la fuerza del mejor argumento (razón), al progreso mediante el conocimiento científico (ciencia) y al valor de las personas a partir de sus diferencias (humanismo).
Los golpistas de Bolivia confirman lo matizado por Dussel y lo escrito por Pinker. En los discursos del golpismo (https://www.youtube.com/watch?v=X1MsBydCeuQ ) destaca la lectura y uso de la Biblia, la recuperación de Bolivia por mandato divino, la oración como método de cambio y decenas de preceptos de este nivel.
En México se está gestando el problema. Joaquín Naasón, sobre todo en Guadalajara, es ejemplo destacado. Sabemos del involucramiento del diputado Sergio Mayer con los evangélicos, pero no solo de él sino de decenas de personajes de la política nacional priísta y morenista, y otros empresariales como los dueños de la cadena de restaurantes La Casa de los Abuelos. También, mediante investigaciones de sociedad civil, conocemos su participación en las dañinas terapias de conversión para personas con orientación sexual no heterosexual.
El acercamiento al ejercicio del poder por parte de los evangélicos lo vimos con el fallido Partido Encuentro Social (PES), que de nueva cuenta buscará su registro, así como del apoyo electoral y en referencias morales del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El especialista en religiones Bernardo Barranco (https://bernardobarranco.wordpress.com/) ha puesto sobre la mesa mediática el peligro que representan los evangélicos si se les deja intervenir en la vida pública de México recordando que este es un país laico.